Lo que necesitamos (para siete personas)
- 7 tomates pequeños
- 1/2 calabaza hervida al vapor previamente con sal
- un trozo de queso light
- aceite
- sal
- nuez moscada molida
- pimienta molida
- un buen puñado de avellanas tostadas
- pan rallado
- harina
- agua
Forma de hacerlo
Hervimos la calabaza al vapor con algo de sal. Reservamos.
Vaciamos los tomates y echamos unos granos de sal y un chorrito de aceite. Reservamos.
En una sartén hacemos una salsa de tomate con lo que hemos vaciado: aceite, cebolla pochada hasta que coja algo de color, echamos el tomate, ajo, perejil y un poco de sal. Dejamos que se haga lentamente. Reservamos.
Troceamos el queso. Reservamos.
Quitamos la cáscara a las avellanas y las machacamos en un mortero. A continuación mezclamos con aceite de oliva, pan rallado, un poco de harina para que ligue un poco más. Reservamos.
Mezclamos la calabaza, con el queso, varias cucharadas de salsa de tomate, la nuez moscada, la pimienta, y rellenamos los tomates con esta mezcla de forma que sobresalga un poco de ellos.
Por último ponemos una cucharada del crumble de avellanas sobre cada tomate relleno.
Colocamos en una fuente de horno. En el fondo de la fuentes echamos medio vaso de agua y un chorrito de aceite.
Metemos al horno a 250ºC una media hora, fuente baja y calor por arriba y por abajo. Comprobamos que los tomates están hechos pinchándolos con un tenedor u objeto punzante.
Aquí tenéis un plato casi vegetariano, pues tiene queso, saludable y lleno de vitaminas ...sin ovidarnos de la fibra que le aporta la piel.
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