Lo que necesitamos
- 2 buenos pimientos asados
- 2 cucharadas de aceite de oliva, más o menos
- 2 dientes de ajo, picados
- 2 guindillas
- 2 cucharadas de vinagre, más o menos
- todo el jugo de asar los pimientos
- sal
Echamos el aceite en una sartén, a continuación sofreímos los ajos y las guindillas. Una vez, dorados los ajos, añadir los pimientos con su jugo, el vinagre y por último, la sal.
Dejar reducir el caldo a fuego vivo hasta que va espesando.
Esta forma de preparar los pimientos, un poco alegres, por el picante resulta muy apetitosa para acompañar carne; aunque yo la utilizo en muchos otros platos como ensaladas de arroz, pasta, de legumbres...o lo que la imaginación de cada uno desee.
Otras cosas a tener en cuenta.
Comprobar que los pimientos no son picantes antes de agregarles la guindilla, ¡puede haber sorpresas!
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